De vuelta de las vacaciones, disfrutando del estrés vacacional…De vuelta de las vacaciones, disfrutando del estrés vacacional…

Bueno, ya no tan vacacional. Llevo ya dos semanas trabajando, pero en este caso, sarna con gusto… He tenido cambios en el trabajo que me darán casi para otro blog, ya os contaré. El caso es que estoy ahora sentado en el salón de mi casa. En el patio están los andamios de los pintores. Sí, estoy disfrutando de esos placeres tan típicos del verano, que no son la sangría y la paella (además, eso es comida de guiris; los españoles comemos paella, pero rara vez tomamos sangría. Tinto de verano, todavía, oiga). Los auténticos placeres de verano son las obras.

Que me pierdo. Es fácil no concentrarse si:

  • dedicas una semana de tus vacaciones a mover media casa para los pintores. Una de mis aficiones es la retroinformática, coleccionar ordenadores. Y no sabéis cuántos puedo tener por ahí guardados. Con sus disquettes, fuentes de alimentación, monitores…
  • te vas dos semanas a «descansar» con dos niños muy pequeños. Vuelves más cansado de correr tras ellos, digo, de descansar.
  • dedicas la semana de vuelta a seguir pintando y empiezas a trabajar, todo a la vez.

Estoy ahora mismo en unas jornadas de trabajo extenuantes, pero que me están dando muchas satisfacciones. Espero que pueda vivir para contarlo.