Veamos cómo tienes de largo tu Dock

Se me ha ocurrido una tontería, y no he podido evitar escribir esto. Estaba mirando mi Dock y he pensado «menos mal que tengo 27″, que si no no me caben más aplicaciones». Luego se me ha ocurrido «¿habrá quien tenga más cosas en su Dock que yo?» y he inventado El Gran Concurso Mundial De A Ver Quien Tiene El Dock Más Largo, así, con todas las palabras empezando por mayúsculas que molesta más.

Respondedme con vuestras capturas del Dock, subidas donde os parezca, en los comentarios. Y si somos  muchos, podemos hacer una comunidad absurda más, total, si hay gente que le da al planking

Así que os reto ¿alguien lo tiene más largo que yo?… el Dock, digo, claro.

Dock

Dock

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Mi oficina en casa (Home Office), Junio 2011

Me gusta el porno Geek. Y mucho. Eso de mirar chismes «me pone». Y no te rías: si estás leyendo esto, es porque te gusta esa variante del porno Geek, para voyeurs, llamada Home Office Setups. Me encanta ver las oficinas de otras personas (si son informáticos mejor, ya que entonces el factor Geek se multiplica).

Comencé esta afición con dos clásicos, las increíbles oficinas de Mitch Haile y de Stefan Didak. Vídeos como los de Bilsta57 no me ayudaron mucho a superar este vicio. Finalmente me hice seguidor de Workstation Setups en Twitter. Y ahora he dado un paso más. Ya que mucha gente tiene curiosidad en ver cómo amontono los ordenadores que atesoro, he decidido hacer una fotos (bastante malas, aviso), y subirlas a Flickr. Abajo tienes una presentación «bonita» de las fotos, pero si quieres, puedes ir a Flickr y ver las fotos con sus descripciones, comentarlas, etc.

Ya sabes, me encantaría que me enseñaras tus «vídeos caseros». En el buen sentido, claro 😉

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Una mañana de trabajo cualquiera

Me paro un momento y miro en lo que estaba trabajando, y los programas que tengo abiertos ahora mismo, y no puedo evitar pensar que soy lo más alejado del minimalismo. Al menos en lo que se refiere al ordenador. Era minimalista cuando no tenía dinero más que para mi querido Amstrad CPC 464 con el monitor fósforo verde, con su unidad de casetes. El único periférico que tenía era un Joystick. Y a usarlo. Pero veía en las películas a gente en países lejanos y extraños, en salas llenas de ordenadores.

Como el programador de Parque Jurásico (que, por supuesto, además de ser el malo, cobarde y torpe, estaba mal pagado y era gordo y feo). Por cierto, si veis de nuevo JP os llamarán la atención dos cosas: una, que están programando fumando, algo impensable en cualquier entorno de hoy en día. La otra, que el sistema de «bug tracking» que usan es una libreta donde van anotando los errores 🙂

Volviendo al tema que me traía aquí, en esta mañana he comenzado programando en C, en el IDE Eclipse corriendo sobre Windows 7. Ese Windows 7 está instalado en mi MBP. Por si fuera poco frikismo, he usado el escritorio remoto de Windows para programar esos ejemplos en una ventana del iMac de 27″, que para eso tengo una pantalla grande. Mientras programaba iba actualizando la presentación de Keynote que acompaña al curso, en el iMac. Sonaba la música desde iTunes, donde estaba restaurando mi iPhone 3Gs con una copia de seguridad de ayer: mis niños han borrado algunas fotos en un descuido.

He terminado con C y me he pasado a WordPress. Arrancando una máquina virtual VMWare de Bitnami, que ya tiene un entorno WP completo sobre Linux, me he dedicado a crear un nuevo sitio para migrar una vieja web que hice hace ya la tira en Typo3. Es decir, instala plugins, widgets, temas, escribe posts, importa información, etc.

Ahora toca pensar en el próximo curso de Java EE que tengo que impartir a finales de mes. Java, Servlets, EJBs, JBoss, Eclipse de nuevo (aunque ahora en su «sabor» Java). Tendré que ojear un libro, que tengo en formato CHM (formato típico de Windows en otra época). Y luego, un poco de Objective C para comenzar un proyecto iPad que me han encargado. Tengo cosas que leer de UML…

Es por este desbarajuste de trabajo que tengo, con tantas tecnologías, frameworks, lenguajes, herramientas y entornos distintos por lo que amo a mis dos Macs. Necesito ser anti-minimalista, ya que si lo fuera no podría hacer la mitad de las cosas que hago. Esta es la razón de haber ampliado mi iMac a 12 GB de RAM. Aún así, procuro no instalar nada si ya tengo una aplicación que hace más o menos lo mismo, que si no acabas con un montón de aplicaciones similares que no acabas de dominar en profundidad.

Bueno, sigo, que quiero ir terminando. Que no hace mucho me comentaron que a lo mejor tengo que aprender CLIPS… 🙂

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Cómo crear tu propia NSCoder Night

Foto de Felipe Vieria

Foto de Felipe Vieria

Si aún no sabes de qué estoy hablando, en este post ya hablé de qué eran y para qué servían las NSCoder Nights. Resumiendo mucho, son reuniones de gente interesada en desarrollar aplicaciones Cocoa. Así que los asistentes pueden ser programadores para el Mac, para el iPhone (y cualquier otro dispositivo iOS), diseñadores, empresarios buscando algún programador que les ayude, curiosos… Si te interesa, puedes también leer el post de Javier Rodríguez sobre cómo comenzar el desarrollo con iOS. MacWorld también se hace eco de las NSCoder Nights.

Hoy tenemos nuestra segunda reunión en Sevilla, y ya hay otros capítulos en Madrid, Barcelona, Gijón, Valencia, Almería, Málaga, … Bueno, pero ¿qué hacer si te gusta la idea, pero en tu ciudad no hay aún una NSCoder Night? Esa fue básicamente la duda que surgió en los comentarios que comenzó David en el post sobre cómo estaba aprendiendo a programar para iOS. Tras algunos correos, quedó inaugurado NSCoder_zgz, y pronto tendrán su primera reunión. Así que se me ocurrió listar la serie de pasos que debes ejecutar para localizar tu NSCoder Night más cercana, o bien crear la tuya propia.

  1. [Twitter getTwitterHandle]; Si no tienes usuario en Twitter, lo primero es creártelo. Te servirá para estar al día de las NSCoder Nights. No todas tienen sitio web, pero todas tienen Twitter.
  2. [NSCoderNight listAll] consulta la lista de NSCoder Nights que tenemos en el capítulo de Sevilla. Procuramos mantenerlas actualizadas. Si dudas de si hay alguna cercana, pregunta, que para eso estamos.
  3. if ([NSCoderNight isNear]) exit(0); Si encuentras alguna cerca / en tu ciudad, has terminado. Sigue a su usuario en Twitter y listo.
  4. else … Bueno, si no hay ninguna cerca, la solución es fácil: la creas tú. ¿Cómo? sigue leyendo
    1. Crea un usuario en Twitter para esa NSCoder Night. El nombre debe ser: NSCoder_xxx, donde xxx será una abreviatura del nombre de tu ciudad, como sev, zgz, mlg, bcn, etc. (etc no lo uses)
    2. Copia la bio de otro NSCoder Night. Así somos más homogéneos.
    3. Copia el icono de otra NSCoder Night
    4. [Opcional] Crea un sitio web para tu NSCoder Night. En tumblr, también por ser homogéneos.
    5. Añade a tu nuevo sitio web las FAQ que magistralmente escribió Vicente Vicens.
    6. Pon un enlace en el perfil de la cuenta de Twitter al nuevo sitio web.
  5. Una vez que has terminado con la parte técnica, ahora viene lo mejor. Busca un sitio que te guste, un bar, cafetería, restaurante, tu casa, una iglesia o un gimnasio. Un sitio donde quepáis de cinco a diez personas, con sus portátiles. ¿Lo tienes?
  6. Publica la primera reunión. Ponle fecha, y hora. La mayoría empezamos sobre las 19:00, pero puede ser a cualquier hora. Aunque el apellido de las reuniones «Nights» igual te da una pista sobre el horario.
  7. Apóyate en la promoción de las otras NSCoder Nights. Siempre te haremos un RT 🙂
  8. Ve a la primera reunión. Si va alguien, fantástico. Si no, persevera. Tendrás ese tiempo para tí, para programar / leer fuera de tus tareas habituales. Sigue el ejemplo de José Vázquez en su inigualable «Hazte Indie«.
  9. Sube fotos y cuéntanos cómo te va 🙂
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NSCoder Nights Sevilla

Me ha tocado organizar el capítulo de Sevilla de las NSCoder Nights, y en ello estamos. El próximo Lunes 15, a las 19:00 estaremos en la ETSII Facultad de Matemáticas de Reina Mercedes. El aula aún está por confirmar, pero si después de leer esto te interesa venir, toda la información se va a ir publicando de dos formas:

– Bueno, ¡ya está bien con los anuncios!. ¿Pero qué es esto de los NSCoder Nights? ¿Algo porno? ¿Y porqué el nombre en Inglés, pedantes, que sois unos pedantes?

Las dudas se resuelven en las FAQ, que puedes consultar aquí. Por responder rápido a tus tres preguntas:

  • es una reunión periódica de programadores para tomar café / cerveza / whatever y hablar de nuestras cosas
  • no, no es nada porno, ni ilegal. Pero si alguien se trae un disco duro lleno de pelis, seguro que le encontramos utilidad
  • somos unos pedantes, pero es que estas reuniones las inventaron en EE.UU. y queremos montar algo similar en España (ya ha empezado en Valencia, pronto en Málaga, Barcelona, Gijón y Madrid) de forma que si viajas a una ciudad con NSCoder Night y te apetece, te pases. Sí, es una secta.

Pero ahora, de mi cosecha, te explico de qué va esto.

La informática es una profesión vocacional. Cierto, hay gente que no ha estudiado esto y programa (o lo intenta), o que trabaja en el sector sin ser Informático. Pero es algo vocacional. De otra manera nadie aguantaría unos estudios en los que no hay nadie del otro sexo, sólo tíos raros y feos y frikis (¡horror, que yo soy otro de esos!). Y encima, cada 10 años ¡vuelta a empezar!. ¿O alguien usa el S.O. de hace 10 años? ¿Windows 98, alguien se acuerda? Con XP (que salió en 2001) parecía que se iba a romper esta tendencia de cambiarlo todo cada 10 años, al personal empieza a gustarle lo vintage. ¡Cambiad ya a Windows 7 por lo menos y tened un S.O. moderno!

En fin, que me pierdo. Una vocación, decía. Un ritmo de aprendizaje muy alto. Y algo en lo que no trabajas, es algo que vives. Porque luego llegas a casa y te pones con los chismes. A hacer lo que sea, pero con tus ordenadores de casa. ¡Después de haber estado 10 h en el trabajo delante de una pantalla!. No tenemos arreglo. Yo digo que  hay dos tipos de informáticos: los que van 8 horas al días a su trabajo y luego quieren tener «su vida social» y los que no podemos evitarlo y seguimos en casa 🙂

Pues bien, si tienes pasión por esto, si de verdad te gusta ¿has notado lo que te frustra no poderle contar tus frikadas a nadie? Vale, que le cuento a mi mujer que la arquitectura MVC y la delegación en Cocoa son la leche, y que el KVC es brutal. Pero como que me mira como si le hablase en Chino, y me sonríe por apoyarme, pero no porque le interese. Esa es la razón de que tantos informáticos tengamos blogs: tenemos una necesidad reprimida de enseñar nuestros juguetes y nadie nos entiende. Echamos de menos esas charlas de café, en la facultad, cuando alguna eminencia de compañero te enseñaba cómo programar en Pascal orientado a objetos (era el 92-93, ¿verdad Antonio?), u otro friki extremo te hablaba de su Commodore 64 y te enseñaba a taladrar placas y a quemar circuitos para hacernos conversores analógico-digitales caseros con los que escuchar MODs a través de un radio-cassette (era el 93-94, una Sound Blaster costaba 30.000 pelas de la época, ¿verdad Migue?)

Bueno, voy a dejar las loving memories que me pongo tontorrón y se me salta una lágrima. El caso es que los informáticos precisamos de una terapia de grupo, donde poder curarnos de todo eso que queremos contar y no podemos. Queremos ver que alguien se «pone bruto» cuando le enseñamos nuestro código, o sentir envidia sana cuando llega otro que sabe 10 lenguajes más que tú. Y ver los portátiles, qué herramientas llevas instaladas, qué trucos sabes, etc.

Pues nada, que si sabes mucho Cocoa o no sabes nada. Si quieres empezar a programar tus apps para iOS o si eres diseñador gráfico y quieres ver qué se necesita para hacer tus trabajos para el iPhone. O si buscas contratar a un programador iOS. O si te apetece hablar de programación en general, te esperamos el Lunes. Tengo confirmada al menos a otra persona, así que ya tengo charla garantizada. ¡Nos vemos!

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Sensaciones olvidadas

La felicidad se compone de muchas pequeñas cosas. Eso es lo que se dice. Hoy me ha sorprendido comprobar que rescatar sensaciones que se creían ya olvidadas también nos hace un poquito más felices.
Es como en el cuento del Rey y el Pastor, donde el Rey saboreaba como nunca una sopa en la cabaña del Pastor, disfrutándola tras una caminata y pasar frío en el bosque. Y todo porque redescubría una sensación: el hambre.

Pues hoy me ha pasado eso, primero con una máquina de petacos. Un pimball. Esos chismes que se enchufaban en la pared, eran del alto de una mesa y tenían un cristal bajo el que corría la bola. Y que si les pegabas muy fuerte se bloqueaban y ponían la tan temida sentencia en sus primitivas pantallas: TILT. He disfrutado como un niño (y con mis hijos) jugando a una máquina que ya creía perdida en el abismo de los tiempos. Ellos se han subido en una silla y se han apoyado a un lado sobre el cristal, mirando la bola. Y yo he retrocedido 25 años de golpe, a mis tardes en la piscina, cuando el Space Invaders o el Galaga eran casi ciencia ficción, y había casi profesionales de los petacos.

La verdad es que lo primero que pensé al echar el dinero en la máquina fue: «vaya, la resolución de este juego es casi perfecta, y hay que ver lo bien simulada que está la física de la bola». Pero es que era una máquina del mundo real, y no de Matrix 😉

El segundo momento dejavú ha sido cuando me he visto solo, sentado en la piscina, sin poder bañarme (esperando a uno de los niños volver del miniclub). No tenía a mano nada para leer. Ni el iPhone. Ni ningún cacharro electrónico. Ni nada con lo que entretenerme. Y me he puesto a repasar cosas mentalmente. Hasta que ha llegado el momento: me he aburrido. Hacía siglos que no tenía el tiempo ni la oportunidad de aburrirme. Y, como cuando sientes miedo en una película de terror, lo he disfrutado. Es casi un lujo en estos tiempos que corren de no parar. Aunque me ha durado poco. Pero ha sido estimulante: elegir aburrirse y disfrutarlo. Un poco extraño, pero recomendable. Relaja mucho.

[Este post se ha escrito de cabo a rabo en un iPhone 3Gs, con la App de WordPress. Para que luego digan que los teclados virtuales son incómodos ;-)]

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El mapa de red de mi casa

Mal vamos cuando me he tenido que hacer un mapa de red para enterarme de algunas máquinas (las principales) que tengo por casa. Digo algunas, porque no están todas. Están las fundamentales de trabajo y ocio, pero no aparecen mis iPhones ni algunas otras que colecciono y se pueden conectar a la red (Amiga 1200, Amiga 600, Sun Solaris, PowerMac G3, Pentium IV, etc.).

El esquema de red de mi casa :-)

El esquema de red de mi casa 🙂

¿Que para qué quiero tantas máquinas? ¡Eso mismo empiezo a preguntarme yo! Unas las he comprado por trabajo (el Dell Inspiron 9400 fue mi portátil de trabajo hace tres años), otras por gusto (mi MacBook Pro, o el PowerMac G5, aunque ahora son mis herramientas principales de trabajo). Otros me los he ido encontrando por el camino y, a fin de cuentas, a todo Geek le gusta almacenar cacharros con los que trastear. Si no, no nos llamaríamos Geeks 🙂

Tengo que escribir un post de mi escritorio actual y cómo y para qué utilizo cada ordenador. Y también voy a empezar a soltar lastre. Ahora que acabo de ver este mapa, me ha entrado pánico 🙂

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Iluminado por mi iPhone

No, no es éste un post místico, hablando de que, gracias al iPhone, he visto la luz. Aunque, bueno, también. A fin de cuentas, gracias al iPhone va a cambiar mi vida pronto, pero eso es otra historia y ya habrá tiempo de contarla. Así que no me ha pasado como en todas las películas de cárceles americanas, donde siempre hay algún preso diciendo «que ha encontrado a Jesús, que si Jesús esto y Jesús aquello y ahora soy una mejor persona». Pese a que el mote del iPhone sea el «Jesus Phone«.

El problema viene de las zonas de aparcamiento en el centro de Sevilla. Cada vez son más escasas y me encontré con una a las 12 de la noche. El problema: tenía una placa de prohibición: puedes dejar tu coche aquí, pero a las 7 de la mañana se lo puede llevar la grúa municipal. Como no está la cosa para muchas multas, me propuse levantarme temprano, a las 6:45, ducharme e ir a por el coche. Llegaría antes al trabajo, a Isotrol, y punto. Así aprovecho mejor la mañana, sin interrupciones, y puedo concentrarme en el trabajo, que es de lo que se trata ¿no? Pero no contaba yo con mi querida amiga, la Compañía Sevillana de Electricidad, más conocida hoy día como Endesa.

A las 6:45 me despertó la alarma de mi iPhone 3G S, pulsé el interruptor de la luz… y nada. Debo de estar dormido, así que apagué y encendí la luz un rato hasta que me di cuenta del problema. ¡Ya se ha fundido la bombilla! -pensé. Pero no, no había luz. En todo el bloque. Comprobé mi cuadro eléctrico y estaba todo en orden. Llamé al número de averías de Endesa (que llevo grabado en el iPhone, lo cual no es buena señal) y me informaron de que en 60 minutos estaría todo solucionado… ¡Qué bien!. O me voy sin ducharme como un guarro o me multan por dejar el coche en prohibido, ¡qué buena perspectiva!. Gracias, Endesa, por hacer mi vida un poco más difícil. Como dijo el genio: «¿para qué vivir tranquilo pudiendo vivir crispado?».

Así que decidí ducharme, aunque no se veía nada dentro del piso. Negro como la boca de un lobo negro con dientes negros después de comerse una paella de arroz negro. Tengo una linterna para las emergencias, de esas que no tienen pilas y necesitan que permanentemente estés accionando una palanca para que una pequeña dinamo encienda unos LEDs. Es decir: o veo dónde está el jabón o me ducho, pero ambas cosas no. ¡Si tuviera una linterna con pilas! Y fue en este punto de desesperación cuando vino el iPhone a socorrerme. Bueno, los iPhones. Además de mi nuevo iPhone 3G S, que conseguí hace poco tras hacer una portabilidad de Orange a Movistar, sigo conservando mi iPhone 3G libre. Así que, con la aplicación Flashlight (para que luego se rían de las linternas que hay en la App Store) que tengo instalada en ambos iPhones, pude ducharme apuntando las dos pantallas hacia mi. La luz era tenue, como con velas, pero al menos me veía los pies asomando por debajo de mi barriga.

iPhone 3G S, 3G y iPod Touch

iPhone 3G S, 3G y iPod Touch

Si, ya se que todos hemos usado el móvil como linterna alguna vez. Pero, al menos yo, nunca había tenido tan buena luz en una situación tan oscura. Aquí es donde la pantalla del iPhone triunfa, ya que es muy brillante y, en completa oscuridad, es enorme. Cuando terminé de ducharme y vestirme, entre la luz de la luna que entraba por la puerta abierta del apartamento y el amanecer, pude salir de casa y evitar la multa.

Ahora sólo queda que alguien escriba una novela sobre los illuminati del iPhone…

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«Libre» no es una característica; «gratis», sí

Foto de un dentista, sacada de Flickr

Foto de un dentista, sacada de Flickr

Aquella tarde, Pepito Pérez llegó sudando copiosamente al dentista de su barrio. Por supuesto que estaba en una segunda planta y, por supuesto, el ascensor estaba estropeado. Con cada latigazo de su muela un escalofrío le recorría la espinal dorsal y se olvidó de su miedo a los dentistas, del sonido del torno, del sabor amargo de la anestesia…

Se sentó en el sillón, tras esperar lo que le pareció una eternidad (lo suyo era una emergencia) y le dijo al dentista:

  • doctor, esta muela me está matando, ¡Sáquemela, por favor!

a lo que el dentista, mirándole perplejo y quitándose la mascarilla (el cubrebocas) le respondió:

  • mi querido Pepito, veo que tu uso habitual de otros servicios y tu nivel de ignorancia te hacen creer que soy médico. Pero no, soy dentista. Y lo que tienes mal es un canino, no una muela. Además, probablemente con una endodoncia te baste, no hay necesidad de una extracción…

¿Alguien se imagina, dónde mandó pepito a aquel dentista? Pepito lamentó no disponer de un teclado como éste para esa misión, pero le dejó muy claro, entre gritos, al de blanco, que fuera médico, dentista o churrera, a él le dolía un diente, y que acabara con el dolor, que luego para cobrar no íbamos a ser tan detallistas…

Parecerá una exageración, pero esto es lo que te encuentras en ciertos círculos informáticos cuando te tratan de convencer de que Sí, éste es el año de Linux en el Escritorio, sólo porque es libre. Y aquí está la clave: para un usuario normal (el 99,99% de los usuarios de una plataforma) que el Software sea libre no le aporta nada, no es una característica conocida y por tanto deseable. Que sea gratis y se pueda usar sin pagar de forma legal sí que lo es.

¿Es realmente necesaria otra batallita?

Sí, lo es. Estáis en mi web y ya me conocéis.

Supongamos que el fabricante de mi coche, en este caso Ford, fuera un fabricante libre. Me daría los planos del motor y una lista de componentes «marca blanca» para que yo me mantuviera la máquina, si me apetece. Podría incluso cambiar el logotipo de Ford y me mantendrían la garantía. ¿Alguien piensa que los talleres quebrarían?. Yo soy un usuario de los coches. Los uso para ir a sitios y lo que me interesa es la capacidad que tienen de desplazarme a mí y a la carga que lleve. Pero no me interesan los coches. Vamos, que no quiero tocar un motor, porque además no tengo ni idea. Pues con los ordenadores, estimados colegas y predicadores de la Verdad Libre (GPL?, GPL2?, ASL?, es verdad, aquí hay varias verdades, igual que cada religión tiene la suya…) pasa lo mismo.

Repeat after me, fanboys of free as in speech: «No podemos pedirle al 99,99% de los usuarios que aprendan a programar en C, para tener la libertad de poder modificar ellos mismos su sistema». Porque simplemente no quieren.

Geek Felino (click para ir a la galería del autor en Flickr)

Geek Felino (click para ir a la galería del autor en Flickr)

Las ideas del Software Libre, tan pregonadas por Richard Stallman, funcionan bien cuando se dirigen a la comunidad a la que estaban dirigidas inicialmente: a los programadores. Bueno, debería decir a algunos programadores. Uno de los problemas del Software Libre (y uno de sus mayores alicientes, según como se mire) es que toda la responsabilidad está en nuestro lado. Aquí no hay una gran empresa que nos de soporte (y nos cobre por ello). Es el propio usuario el que debe mantener su propio sistema, con la ayuda de la comunidad, y con todo lo que ello implica. Hay que aprender cosas. Y leer mucho. Y probar y dedicarle tiempo. Y ser conscientes de que la responsabilidad es nuestra, de que no podemos quejarnos de una empresa que nos ha vendido «basura».

Y que la audiencia en la que piensan muchos de los gurús del S.L. siguen siendo los programadores lo demuestra las preocupaciones mostradas por Linus Torvalds sobre el tamaño del núcleo de Linux. A un usuario le da igual si el kernel pesa unos megas más o menos. Nunca lo va a compilar, ni se va a leer el código. Pero a los programadores ciertas cosas les ponen histéricos. Por eso a Linus le preocupa que el Kernel esté engordando. No pasa nada por engordar: le pasa a los S.O. que maduran, que evolucionan, que se usan. Lo peor que le puede pasar a un programa es que su código no cambie: entonces estará muerto.

Productos Sorfware Libre que triunfan

Creo que ésta es la parte curiosa del asunto. Hay productos que son libres y que han triunfado. Como Firefox. Como el servidor web Apache (httpd). Como el JDK de Java. O Eclipse, entre los programadores. Y otros tantos. ¿Porqué estos triunfan pero Linux sigue esperando su «año de Linux en el escritorio»?. Desde mi punto de vista, por varias razones:

  • Firefox es simplemente mejor que IE. Tiene solapas. Solapas. Hoy en día cualquier navegador tiene solapas. Pero antes había que abrir una ventana nueva por cada página que queríamos ver. Y eso eran muchas ventanas abiertas. Lo que significaban muchos iconos en la barra de tareas de Windows. Y mucho tiempo perdido pulsando Alt + Tab hasta encontrar de nuevo la web que buscábamos. Cuando aparecieron las solapas, fue una revolución. Y detrás vinieron los plug-ins de Firefox. Hoy en día hay pocas cosas que Firefox no pueda hacer. Es una auténtica navaja suiza.
  • La gente solo sabe que es bueno, que es más seguro que IE, que hace más cosas… y que no tiene coste.
  • Firefox es una marca. Linux no. Desde la fundación Mozilla se han esforzado por crear una marca única, luchando contra varios problemas (Firefox comenzó con otro nombre, que estaba registrado: FireBird). Han creado un logotipo reconocible. Recuerdo cuando se lanzó la v1.0 de Firefox, que se pidieron donaciones para publicar en el New York Times un anuncio a toda página. Es tan reconocible que por culpa de una camiseta de Firefox, en esa época, me reconoció otro friki de lo libre en un aeropuerto y estuvimos hablando. Y por cierto, da igual que estés en Linux, Windows o Mac: siempre hay un Firefox disponible y siempre con el mismo icono.

Firefox, ese gran navegador

Firefox, ese gran navegador

Y estas son las tres claves de todo producto:

  • Ser bueno en lo que hace
  • Tener un mejor coste total de propiedad que las otras alternativas
  • Ser un producto: es decir, tener identidad propia entre otras cosas

Pensemos en otros productos que nos gustan (al menos a mí) y veremos que se cumplen estas tres reglas: los productos de Apple, los Paradores de Turismo, los mantecados y polvorones de Estepa, los porquets de Camprodón, …

En el caso de Linux:

  • Es bueno, si estás dispuesto a permanentemente parchear el sistema. Cosas que antes funcionaban, con la siguiente actualización pueden dejar de funcionar, mágicamente. Un ejemplo, que no tiene por qué ser significativo, pero que me molesta bastante: el soporte de Tablet PC que lleva Ubuntu. Cada vez que se actualiza Ubuntu, hay que andar parcheando el fichero de configuración de las X porque se pierde el soporte de dispositivos Wacom. Uno, que ya es perro viejo, tiene una copia de seguridad del fichero de configuración de las X, y cada vez que actualizo el sistema gráfico, sobrescribo el ficherito… Linux es un buen S.O. UNIX. Lo uso desde hace muuuchos años, y en forma exclusiva en casa (hasta que me pasé a Mac) desde 2001. En el trabajo es mi día a día. Pero para un usuario normal… es demasiado complicado y punto. Ahora, todos los GNU-trolls del globo hispanohablante (y con ayuda de Google Translator algunos más) comentarán que no, que el problema no es el sistema, son los usuarios contaminados por su experiencia anterior con Windows, etc. Ya, ya, pero aunque sea más eficiente poner el volante del coche en medio, yo lo prefiero a la izquierda y los ingleses a la derecha. Qué le vamos a hacer. Y por cierto, me gusta que la gente comente 🙂
  • Es gratis si hablamos de licencias. Pero hay que invertir tiempo en aprender a usarlo. En cualquier caso, lo recomiendo: aprender a usar cualquier UNIX es una experiencia que nos hará aprender de todo, pero sobre todo cosas de Windows 🙂
  • Pero (y es el problema más gordo que tiene) Linux no es un producto. Cuando tienes que desgañitarte con tu amigo del alma para explicarle que estás hablando de Linux, no del kernel, o de las diferentes distribuciones, o que es GNU/Linux y qué significa eso… es que algo va mal. No hay que explicar qué es Windows. O qué es la Coca-Cola. O un Mercedes. o Firefox. Pero con Linux la cosa cambia: ¿hablas de Ubuntu o de Red Hat?. ¿Del kernel o del S.O.?. Aquí, ni los expertos se ponen de acuerdo: hay una página de desambiguación en la Wikipedia. Mal síntoma.

Linux nunca pintará nada en el Escritorio: Ubuntu puede que sí

Bill recomienda Ubuntu (click para ir al autor)

Bill recomienda Ubuntu (click para ir al autor)

Y es que Ubuntu sí que es un producto. Es conocido. Tiene su propia marca. Se basa en Debian, luego tiene todo lo bueno de Linux, pero simplificado. Hay una hoja de ruta clara y actualizaciones predecibles. Por eso, si algún Linux va a triunfar masivamente en el mercado va a ser Ubuntu. Además, hay empresas detrás que pueden dar los servicios que administraciones y otras empresas necesitan. Y generar mejoras para el resto de usuarios domésticos.

Aunque, por supuesto, todos los supuestos defensores de «lo libre», en lugar de hacer lo que ellos quieran y dejar que la gente use Ubuntu, o no lo usen, o que usen MSDOS si quieren, los tacharán de traidores, por usar software impuro que no viene de repositorios 100% GPL2. Este tipo de defensores de la libertad en el uso del software me resultan divertidos: eres libre si no usas Windows y haces exactamente lo que ellos dicen. Si no, envueltos en la bandera de protegerte de las peligrosas consecuencias que tendrá usar software sólo 99% libre, te pondrán a caer de un burro para que repares tu error. Ha pasado con Miguel de Icaza recientemente. Uno de los impulsores de Gnome, que ha escrito tanto y tan buen software, sólo porque quiere ser 99% libre ya es un traidor.Y son estas disputas internas las que ocasionaron que apareciera KDE. Así, en lugar de tener un escritorio como el de Mac, Linux tiene múltiples gestores de ventanas casi-funcionales. Y que no me hablen de Beryl y el cubo de marras. Muy bonito visualmente, pero es como el Aero de Vista: no sirve para nada, salvo para hacer un video en YouTube.

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