Mi oficina en casa (Home Office), Junio 2011

Me gusta el porno Geek. Y mucho. Eso de mirar chismes «me pone». Y no te rías: si estás leyendo esto, es porque te gusta esa variante del porno Geek, para voyeurs, llamada Home Office Setups. Me encanta ver las oficinas de otras personas (si son informáticos mejor, ya que entonces el factor Geek se multiplica).

Comencé esta afición con dos clásicos, las increíbles oficinas de Mitch Haile y de Stefan Didak. Vídeos como los de Bilsta57 no me ayudaron mucho a superar este vicio. Finalmente me hice seguidor de Workstation Setups en Twitter. Y ahora he dado un paso más. Ya que mucha gente tiene curiosidad en ver cómo amontono los ordenadores que atesoro, he decidido hacer una fotos (bastante malas, aviso), y subirlas a Flickr. Abajo tienes una presentación «bonita» de las fotos, pero si quieres, puedes ir a Flickr y ver las fotos con sus descripciones, comentarlas, etc.

Ya sabes, me encantaría que me enseñaras tus «vídeos caseros». En el buen sentido, claro 😉

j j j

Una mañana de trabajo cualquiera

Me paro un momento y miro en lo que estaba trabajando, y los programas que tengo abiertos ahora mismo, y no puedo evitar pensar que soy lo más alejado del minimalismo. Al menos en lo que se refiere al ordenador. Era minimalista cuando no tenía dinero más que para mi querido Amstrad CPC 464 con el monitor fósforo verde, con su unidad de casetes. El único periférico que tenía era un Joystick. Y a usarlo. Pero veía en las películas a gente en países lejanos y extraños, en salas llenas de ordenadores.

Como el programador de Parque Jurásico (que, por supuesto, además de ser el malo, cobarde y torpe, estaba mal pagado y era gordo y feo). Por cierto, si veis de nuevo JP os llamarán la atención dos cosas: una, que están programando fumando, algo impensable en cualquier entorno de hoy en día. La otra, que el sistema de «bug tracking» que usan es una libreta donde van anotando los errores 🙂

Volviendo al tema que me traía aquí, en esta mañana he comenzado programando en C, en el IDE Eclipse corriendo sobre Windows 7. Ese Windows 7 está instalado en mi MBP. Por si fuera poco frikismo, he usado el escritorio remoto de Windows para programar esos ejemplos en una ventana del iMac de 27″, que para eso tengo una pantalla grande. Mientras programaba iba actualizando la presentación de Keynote que acompaña al curso, en el iMac. Sonaba la música desde iTunes, donde estaba restaurando mi iPhone 3Gs con una copia de seguridad de ayer: mis niños han borrado algunas fotos en un descuido.

He terminado con C y me he pasado a WordPress. Arrancando una máquina virtual VMWare de Bitnami, que ya tiene un entorno WP completo sobre Linux, me he dedicado a crear un nuevo sitio para migrar una vieja web que hice hace ya la tira en Typo3. Es decir, instala plugins, widgets, temas, escribe posts, importa información, etc.

Ahora toca pensar en el próximo curso de Java EE que tengo que impartir a finales de mes. Java, Servlets, EJBs, JBoss, Eclipse de nuevo (aunque ahora en su «sabor» Java). Tendré que ojear un libro, que tengo en formato CHM (formato típico de Windows en otra época). Y luego, un poco de Objective C para comenzar un proyecto iPad que me han encargado. Tengo cosas que leer de UML…

Es por este desbarajuste de trabajo que tengo, con tantas tecnologías, frameworks, lenguajes, herramientas y entornos distintos por lo que amo a mis dos Macs. Necesito ser anti-minimalista, ya que si lo fuera no podría hacer la mitad de las cosas que hago. Esta es la razón de haber ampliado mi iMac a 12 GB de RAM. Aún así, procuro no instalar nada si ya tengo una aplicación que hace más o menos lo mismo, que si no acabas con un montón de aplicaciones similares que no acabas de dominar en profundidad.

Bueno, sigo, que quiero ir terminando. Que no hace mucho me comentaron que a lo mejor tengo que aprender CLIPS… 🙂

j j j

«The more memory and HD you’ll have, the happier you’ll be»

No recuerdo dónde escuché esta cita por primera vez. Debió de ser en los años de la carrera, allá por el 94 ó 95. Sí, en la prehistoria. El caso es que la he usado muchas veces. Y la última vez ha sido para responder a gente que se asustaba en Twitter de que le he puesto al iMac 12 GB de RAM. ¿Es mucho?. ¿Es poco?. Vamos con ello.

Lo  primero, dar la razón fundamental de ponerle tanta memoria al iMac: porque puedo. Sí, así de sencillo. En el 94 ni hubiera soñado con estas cantidades de memoria, ni siquiera para un disco duro. Es como pensar hoy en una RAM de 32 Hexabytes. Así que no podía plantearme si era mucho o poco: simplemente no podía. Pero hoy en día, cuando 8 GB cuestan 120 Eur. IVA inc., si necesitas esa memoria, o te apetece, tampoco es una inversión que te lleve a la bancarrota.

Además, cuando es aquí donde me gasto mi dinero. Quiero decir, que no tengo moto, no me gustan los coches potentes, ni la ropa de diseñador, ni juego al bingo, ni me gusta la coca, ni jugar al póker. Mis vicios son baratos ¡qué le vamos a hacer!. Nada me gusta más que un buen gadget electrónico. Hay quien le da por coleccionar sellos, o montar maquetas. O tener un yate. Yo tengo chismes.

Así que nada mejor para complementar a mi querido iMac Core i7 que estos 8 GB, que se han sumado a los 4 GB que traía de fábrica. Ahora tengo una máquina redonda, muy equilibrada, potente y estable. Y de la pantalla, para qué hablar 🙂

En un día normal de trabajo, si miro el consumo de memoria me puedo encontrar con algo como esto:

Memoria usada

Memoria usada

Este es el consumo que tengo mientras escribo estas líneas. Se puede ver que, usado (ya sea por programas, por el S.O. o que está «cacheando» algo en memoria) tengo 4,59 GB. Algo más que los 4 GB originales. Hace unos meses, el equipo estaría paginando, es decir, tendría que sacar algún programa de memoria y guardarlo en disco (normalmente el que hace más tiempo que no se usa). El dato de Paginación (salidas) sería mayor que 0, y todo el sistema me iría más lento. Estaría tratando de ejecutar, a la vez, más programas de los cabrían en mi memoria RAM.

Como se puede ver, el problema ahora no es ese. Me sobran 7,40 GB. ¿Excesivo?. Para nada. En cuanto tenga que correr alguna máquina virtual con VMWare, o lanzar XCode 4 (con todo lo que ello implica), o jugar a Left 4 Dead 2 sin parar algo 😉 la memoria disminuye y se queda en algo como esto:

Usando memoria

Usando memoria

Uso el ordenador muchas horas al día. Por trabajo, y por placer. Y no hay cosa que me irrite más que quedarme sin espacio en disco, o ver que la máquina no va todo lo «fina» que debiera, por una tontería como es la RAM. Así que, como dice el título, un poco de RAM me hace mucho más feliz. ¡Comprueba la tuya!

P.D.: Si quieres saber cómo interpretar el uso de memoria que está haciendo tu Mac, te recomiendo este excelente post de MPG.

j j j

Mi Time Capsule ha muerto. ¡Larga vida a mi Time Capsule!

TC Memorial. Click para ir al sitio

TC Memorial. Click para ir al sitio

Ha muerto. Repentinamente y sin avisar. Volví de dar un paseo, y al entrar en casa mi iPhone no se conectaba a la Wifi. Pensé en problemas de cobertura y no pensé más en ello. Luego, mi mujer se quejó de que no podía navegar por Internet. Ahí ya no pude esconderme más y no tuve más remedio que subir al estudio a reiniciar el router Linksys, al que le echaba la culpa. Pero al ir a cogerlo, vi algo terrorífico, que me sobrecogió el alma: la luz de la TC estaba apagada.

Para los que no sepan lo que es, la Time Capsule es un todo-en-uno de Apple que incluye en el mismo aparato un router, un switch con tres entradas de red Ethernet de 1Gb, un punto de acceso inalámbrico (lo que Apple llama un Airport Extreme) 802.11n + g + b y un disco duro en red para copias de seguridad u otros contenidos. También es servidor de impresión (se le pueden conectar impresoras a través del puerto USB que incorpora). Puntos negativos: no es servidor DNS, lo cual es un rollo y en mi opinión es una característica básica que le falta. Y se calienta bastante.

El caso es que, dados los antecedentes que ya conocía de @juaconet, que ha pasado ya por tres time capsules, cuando me planteé mi estrategia de backups decidí poner en la Time Capsule únicamente las copias de seguridad de Time Machine. De esta forma, si fallaba el ordenador, tenía la copia en la Time Capsule, y si era al revés (como al final ha sucedido) podría comprar otra TC y volver a hacer una copia de Time Machine de los portátiles. Porque, una vez que el aparato se apaga, ya no hay forma de acceder a los datos: hay que desmontarlo para llegar al disco duro. Fallo.

Estaba frente a la TC apagada y probé lo típico: a volver a enchufarla, probar con un enchufe distinto, ver si era el cable, etc. Pero nada. No hacía ningún ruido y no se encendía. Así que llamé a Apple Care. Cuando me salió la persona de Apple (el Apple Advisor) le conté mi problema, haciendo especial hincapié en que era una TC de las primeras que salieron. Me solicitó el número de serie. Cuando confirmó que efectivamente era de las primeras, me indicó que estaba cubierta por un programa de reemplazo de Apple y que me mandaban a casa una nueva ¡gratis!.

Apple sabe que las primeras TC estaban mal diseñadas. Han caído tantas que, como me indicaba @juaconet en este tweet, hay hasta un memorial de TCs muertas. Pero al menos han puesto en marcha el programa de reemplazo de forma que, en un par de días, tienes una TC nueva en casa. Eso sí, los datos los has perdido. Por eso el tener sólo las copias de Time Machine. Espero ahora que mi portátil no decida morir igualmente.

Estas son las cosas que te gustan de la compañía: el trato a los clientes. Sí, la inversión inicial puede ser superior, pero ¿es más caro? Después de tres años usándola, falla y ahora tengo una nueva con el doble de disco duro. Para mí no es mala inversión, no.

Espero que mañana me la entreguen. Y luego habrá que configurarla, y volver a lanzar Time Machine, y, y… D’oh!

Actualización 15/03/2011: hace ya unos días que tengo instalada y en uso la TC. Pero la que me mandaron finalmente era igual a la que tenía, de 500 GB. Bueno, al menos, aunque ya no estaba cubierta por la garantía, han dado la cara. Pero hubiera estado mejor lo del TB 🙂

j j j

ClockRing y la Hermenéutica de las Apple Review Guidelines

ClockRing rechazada :-)

ClockRing rechazada 🙂

ClockRing ha sido rechazada. No se por qué, pero me lo olía. Bueno, realmente no ha sido rechazada. Me explico. La App es correcta, pero no la pueden subir al App Store porque los materiales de márketing (los textos, imágenes, iconos, etc. que aparecen luego en iTunes) no pasan el filtro. Me esperaba algún problema con la licencia, que es GPL, pero como eso no aparece de entrada, no hay bronca (el problema lo tienen aplicaciones que, nada más abrirlas, te informan de su licencia y otras historias).

El correo que he recibido del equipo de revisión me parece perfecto, en serio. Muy educado, te dan las gracias por enviar Apps al App Store y te explican exactamente cual es el problema (en mi caso una de las capturas de pantalla que había enviado) y cómo solucionarlo. Acabo de crear una nueva captura y la he enviado ya para que me la revisen, a ver si ahora todo funciona OK. No entiendo los programadores que se quejan todo el rato del proceso de revisión. Yo hasta ahora he tenido dos problemas, y en ambos casos me han indicado qué pasaba y cómo arreglarlo. Y todo como la seda, oiga.

Lo que me hace gracia es la razón exacta del rechazo:

3.2   Apps with placeholder text will be rejected

Bueno, mi captura de pantalla inicial lo que mostraba era un anuncio vacío (un iAd sin nada, ya que estaba probando la App). Y yo tenía que interpretar que un texto de relleno (placeholder text) es lo mismo que un iAd sin anuncios. Es por eso que habría que crear una hermenéutica de las reglas de Apple, de forma que mentes ilustradas nos expliquen a los más torpes exactamente qué puedes y qué no puedes hacer 🙂

En resumen, que si mandas esto, te rechazan:

Captura de ClockRing App que NO cumple las reglas :-)

Captura de ClockRing App que NO cumple las reglas 🙂

Pero si mandas esto otro, todo es perfecto:

Esta es la buena

Esta es la buena

Nunca me había alegrado tanto de tener mi licencia de Pixelmator. Problema solucionado en 5 min. Bueno, eso si te acuerdas de cambiar las imágenes promocionales en todas las App Stores. Si no, te mandan otro amable correo rebosante de paciencia pidiéndote que cambies los screenshots de la App española 🙂

Por cierto, ClockRing ya está disponible en el App Store. Y su código fuente está aquí.

j j j

ClockRing, Mi tercera App es Software Libre

Pues eso, que he mandado a revisión por parte de Apple mi tercera App. Actualmente ya tengo dos subidas: MyEvents, para gestionar tus eventos importantes y saber cuántos días quedan hasta ellos, y FXPlayer, una App escrita a cuatro manos con la ayuda de @jnhidalgo @jnhernandez, y que te permite superponer efectos de sonido a una canción que tengas sonando en el iPod. Puedes verlas en la web de Femtocoders (Inglés) o en la sección iOS Apps del blog.

Esta tercera se llama ClockRing, y la idea es muy sencilla: hace que suene un pitido de señal horaria en tu iPhone, como los relojes Casio de toda la vida. Con la particularidad que te permite escoger qué quieres que suene: una campana de iglesia, un reloj de cuco, un pitido típico de la radio…

ClockRing App

ClockRing App

Se me ocurrió la idea tras enterarme a través de José Mª Ortiz, un compañero de Jonathan Chacón (primer desarrollador ciego en el mundo que ha publicado una App en el App Store, bromitas pocas), de que MyEvents era accesible. Empecé entonces a pensar en los temas de accesibilidad y se me planteé “¿bueno, y un ciego cómo sabe de un vistazo que son las dos de la tarde y tiene que irse a comer?”. Evidentemente no “de un vistazo”, tienen que estar activando el iPhone, y VoiceOver te canta la hora. Pero se me ocurrió la idea de clockRing y pensé que podría ser útil. Además, José Mª, me pidió que implementase «para ayer» la posibilidad de programar alarmas en MyEvents (cosa que empiezo a preparar ya para la v1.2). Así que ClockRing era la oportunidad perfecta para practicar con la API de LocalNotifications.

La App es gratis, e incluye iAds para ver si me puedo pagar alguna cerveza a su costa. Pero hace tiempo que estoy con ganas de liberar algo de código. Así que ClockRing es Software Libre, según establece la licencia GPL v2. Vamos, que puedes ver el código, compilarlo, usarlo en tus proyectos, o para aprender, o para reírte, o para lo que quieras. Pero los trabajos derivados deben ser también libres. Si quieres una copia del código, pásate por la Wiki de la App ClockRing que tengo en FogBugz (otro día  hablaré de FogBugz y su increíble sistema de Bug Tracking, predicción del tiempo de entregas, Wikis, repositorios de código, etc.)

ClockRing aún no está disponible para su descarga desde el App Store, ya que está en el proceso de aprobación (cruzad los dedos). En el momento en que esté disponible lo anunciaré aquí (actualizando esta entrada) y en Twitter.

Actualización: ya puedes bajarte ClockRing gratis.

Happy coding!

j j j

Cómo utilizar promo-codes en iTunes

Los promo codes son códigos que Apple da a los desarrolladores (50 por versión de cada App) para que los regalemos a quien nos parezca. Se podrían gastar con la familia y los amigos, pero lo inteligente es guardarlos para los medios, bloggers y personas a las que te interese enseñar tu App sin que les cueste el dinero. Así eliminas una barrera de entrada y pueden probar tu trabajo más fácilmente.

¿Qué aspecto tiene un promo code? Es una ristra de números y letras tal que esta: KJT9MFJ3YLWN. De hecho, éste es un promo code real de la v1.1 de MyEvents, que regalé en Twitter. No te esfuerces: ya está gastado 🙂

¿Qué hacer una vez que tenemos un promo code? Vamos con el paso a paso:

  • Abrir iTunes
  • Nos vamos a iTunes Store. Nos aparecerá una pantalla como ésta:
iTunes abierto

iTunes abierto

  • En la parte derecha, si nos fijamos, hay un enlace que pone «Canjear»:
Canjear

Canjear

  • Pulsamos sobre él, se nos abrirá una ventana donde podremos meter el promo code:

  • Metemos el promo code y ¡listo!, App bajando.
  • Sincronizamos nuestro iPhone y ya la tenemos, por la patilla

Como nota añadir que, hasta hace unos días, los promo codes sólo funcionaban con la App Store de EE.UU. Ahora funcionan a nivel mundial. Apple ha tenido el detalle de esperar hasta la v1.1 de MyEvents para extender los promo codes a todas las tiendas 🙂

j j j

Mi MacbookPro con un nuevo disco duro: WD Scorpio Black

Mi Macbook Pro, mi portátil principal y hasta ahora máquina de trabajo, venía de fábrica con un disco duro de 160GB y 5200 rpm de velocidad de rotación de la marca Fujitsu. Hace dos años y medio cuando me lo compré, estaba bien. Pero ahora ni la velocidad ni la capacidad son satisfactorias. Especialmente la velocidad. En dos años y medio no he reinstalado la máquina ni una vez. Actualicé de Leopard a Snow Leopard y gracias. Se ve que, con tanto instalar y desinstalar programas, y con la fragmentación del disco propia del uso, era demasiado para el S.O. La máquina iba un poco lenta. Muy estable, eso sí, sin cuelgues ni pérdidas extrañas de rendimiento. Pero lenta.

La solución: ampliar la memoria. Espera, que el portátil ya tiene 4 GB de RAM, y además el problema no está en la falta de memoria. Y me parece que estábamos hablando de discos duros. Cierto, bueno, pues la otra ampliación que se puede hacer a un portátil fácilmente (sin soldar) es cambiar el HD. Ya he comentado que me he lanzado a comprarlo. Instalarlo me ha dado algún problema (torpe que es uno), pero he seguido este vídeo y al final se ha conseguido.

El resultado

El Scorpio Black duplica en espacio al anterior Fujitsu que tenía instalado. Luego en este apartado hay poco más que comentar. Con el nuevo iMac como máquina principal, no creo tampoco que lo llene, pero si tengo un viaje de trabajo nunca vienen de más unos gigas para guardar alguna peliculita y la máquina virtual de rigor.

Es en velocidad del disco (y por tanto de operación en general de la máquina) donde se nota la mejora. Y vaya si se nota. He usado XBench para realizar un benchmark del equipo, antes y después.

Antes de hacer nada, con el disco Fujitsu 5200 rpm y Snow Leopard instalado sobre Leopard, con dos años y medio de maltrato encima los número eran los siguientes (click para verlo más grande):

Resultados con el disco original

Después de instalar el nuevo disco, con un Snow Leopard limpio y con las aplicaciones instaladas desde cero, sin importar preferencias de ningún sitio, el resultado es (click para verlo más grande):

Resultados XBench tras instalar nuevo disco

La mejora global del benchmark es enorme, pero si vemos los números de acceso a disco, veremos que hay una mejora de más del 100%: el acceso a disco es casi el doble de rápido.

Acceso a disco antes (click para verlo más grande):

Datos benchmark disco antes

y después (click para verlo más grande):

Datos benchmark disco después

La máquina arranca más rápido. Lanza las aplicaciones más rápido. Todo lo que tenga que usar disco va mejor.

¿Problemas? De momento, ninguno. Ni se calienta más, ni hace más ruido (en completo silencio, en plena noche, puedes llegar a oír el disco, pero nada más), ni vibra, ni nada. Como una seda.

Y por el precio que tiene, es para no pensárselo. Además, me lo compré junto con una caja externa USB para discos SATA2 2,5″, donde he puesto el disco antiguo. Puedo hasta arrancar con el sistema antiguo (cosa que ya he tenido que hacer, para exportar mi firma digital de la fnmt que se me olvidó) e ir pasando los datos poco a poco. Pues eso, que tengo portátil nuevo.

j j j

Controlar una presentación de KeyNote con tu iPhone

Controlar una presentación de KeyNote con tu iPhone
Estoy asistiendo a un curso de Presentaciones Eficaces que me está gustando bastante. Aunque tengo a mis espaldas muchos cursos (literalmente muchas miles de horas de formación, no de vuelo) siempre es bueno seguir aprendiendo y revisar hasta lo que uno cree que hace bien. O mejor debería decir que es imprescindible revisar precisamente lo que se piensa que es una fortaleza. Ya conocéis el dicho: «dime de qué presumes…».
El caso es que a mi me gusta aprender. Tanto cosas técnicas como habilidades personales. Suelo estar dispuesto a escuchar a aquel que pienso  que merece la pena escucharle. El problema suele ser convencerme. A medida que se cumplen años se tiende a pensar que «ésto ya lo he visto», etc. Y con el curso el profesor lo ha conseguido. Valentín nos ha enganchado con su hablar suave, su dominio del escenario, el contenido adecuado del curso. Vamos, con su saber hacer. Y nos ha puesto deberes.
Concretamente debemos presentar frente a la clase un proyecto para convencer a un jurado de que nos escoja. Apoyados por una presentación multimedia. Y es aquí donde me ha surgido la necesidad. Hasta ahora he utilizado para las presentaciones PowerPoint e Impress (de la suite OpenOffice.org). PP me parece demasiado complicado de usar en ocasiones, aunque con buenos resultados. E Impress da buenos resultados para una guardería, pero se aleja del toque pulido y postindustrial de las Keynotes de Apple. Así que la opción que me quedaba era Keynote, de Apple. Lo estoy usando desde hace poco, pero creo que han dado en el clavo. De manera sencilla tienes acceso a las principales funciones y los diseños predeterminados, así como las transiciones y animaciones de las diapositivas tienen «ese toque» Apple. Vamos, que voy a usarlo para esta presentación.
Hablamos de una presentación. Luego necesitamos más cosas. Una son las diapositivas / slides que aparezcan como apoyo a mi discurso. Esto ya lo tenemos. Otra es el discurso en sí y mi actuación frente al público. De eso me encargo yo. Me queda un detalle: el iPhone. Quiero decir, el control remoto de la presentación multimedia. Cuando hablas frente a un auditorio puedes quedarte clavado en un sitio, tras un atril, parapetado en una mesa, o bien usar el entorno y dominar el escenario de forma que apoye a tu discurso. A mi lo que me gusta es esto último. En mis cursos rompo muchas veces la distancia con mis alumnos, paseando por el aula, sentándome en la mesa, en una silla al lado de alguno, etc. Y para hacer todas estas cosas con estilo se precisa de un cacharro que permita ir pasando las diapositivas a medida que uno habla.
El truco en sí
Para controlar la presentación necesitamos:
un Mac donde pondremos la presentación de KeyNote. En mi caso es mi querido MacBook Pro.
un proyector (lo pone el profesor)
un iPhone para controlar KeyNote de forma remota
una aplicación para el iPhone, concretamente Mocha VNC Lite, que encima es gratis
Los pasos a dar son:
1. crea tu presentación con KeyNote y tenla a mano. Sí, esto puede parecerte una chorrada, pero eres tú el que ha pedido un paso a paso.
2. activa el acceso remoto al escrito de tu Mac, AKA VNC, mediante Preferencias del Sistema -> Compartir -> Compartir escritorio
Una vez tengamos instalada la aplicación en el iPhone, bajada desde el AppStore, necesitaremos controlar la pantalla del Mac desde el iPhone. Para eso, Mocha VNC Lite nos permite introducir la dirección IP de nuestro Mac y ¡listo!. Pero claro, estamos suponiendo que hay un punto de acceso WiFi al que nos hemos podido conectar, tanto con nuestro Mac como con el iPhone, y que ambos están en la misma subred (sus direcciones IP son similares, por ejemplo son 192.168.1.10 la del Mac y 192.168.1.15 la del iPhone).
pondremos a ejecutarse la presentación en el ordenador. Se quedarátendremos que conseguir que veamos en la pantalla del

He asistido a un curso de Presentaciones Eficaces que me ha gustado bastante. Aunque tengo a mis espaldas muchos cursos (literalmente muchas miles de horas de formación, que no de vuelo) siempre es bueno seguir aprendiendo y revisar hasta lo que uno se cree que hace bien. O mejor debería decir que es imprescindible revisar precisamente lo que se piensa que es una fortaleza. Ya conocéis el dicho: «dime de qué presumes…».

El caso es que a mi me gusta aprender. Tanto cosas técnicas como habilidades personales. Suelo estar dispuesto a escuchar a aquel que pienso  que merece la pena escucharle. El problema suele ser convencerme. A medida que se cumplen años se tiende a pensar que «ésto ya lo he visto», etc. Y con el curso el profesor lo ha conseguido. Valentín nos ha enganchado con su hablar suave, su dominio del escenario, el contenido adecuado del curso. Vamos, con su saber hacer. Y nos ha puesto deberes.

Concretamente debemos presentar frente a la clase un proyecto para convencer a un jurado de que nos escoja. Apoyados por una presentación multimedia. Y es aquí donde me ha surgido la necesidad. Hasta ahora he utilizado para las presentaciones PowerPoint e Impress (de la suite OpenOffice.org). PowerPoint me parece demasiado complicado de usar (en ocasiones), aunque con buenos resultados. No le he dedicado el tiempo necesario, creo. E Impress da buenos resultados para una guardería, pero se aleja del toque pulido y postindustrial de las Keynotes de Apple. Así que la opción que me quedaba era Keynote, de Apple. Lo estoy usando desde hace poco, pero creo que han dado en el clavo. De manera sencilla tienes acceso a las principales funciones y los diseños predeterminados, así como las transiciones y animaciones de las diapositivas tienen «ese toque» Apple. Vamos, que voy a usarlo para esta presentación.

Hablamos de una presentación. Luego necesitamos más cosas:

  • Una son las diapositivas / slides que aparezcan como apoyo a mi discurso. Esto ya lo tenemos. No confundamos nunca una presentación con un PowerPoint. Si no, llegamos rápidamente a la muerte por PowerPoint.
  • Otra es el discurso en sí y mi actuación frente al público. De eso me encargo yo.
  • Me queda un detalle: el iPhone. Quiero decir, el control remoto de la presentación multimedia.

Cuando hablas frente a un auditorio puedes quedarte clavado en un sitio, tras un atril, parapetado en una mesa, o bien usar el entorno y dominar el escenario de forma que apoye a tu discurso. A mi lo que me gusta es esto último. En mis cursos rompo muchas veces la distancia con mis alumnos, paseando por el aula, sentándome en la mesa, en una silla al lado de alguno, etc. Y para hacer todas estas cosas con estilo se precisa de un cacharro que permita ir pasando las diapositivas a medida que uno habla.

El truco en sí: controlar la presentación con el iPhone

Para controlar la presentación necesitamos:

  • un Mac donde pondremos la presentación de KeyNote. En mi caso es mi querido MacBook Pro. Si no tienes un Mac, puedes hacer lo mismo con OO.org y Windows, o con Office y Windows. Es una pena, pero esta vez no hay truco para Linux 🙁
  • un proyector (lo pone el profesor)
  • un iPhone para controlar KeyNote de forma remota
  • una aplicación para el iPhone, concretamente Logitech Air Mouse que encima es gratis
  • la parte servidora de la App de iPhone, el Logitech Touch Mouse Server

Los pasos a dar son:

  1. crea tu presentación con KeyNote y tenla a mano. Sí, esto puede parecerte una chorrada, pero eres tú el que ha pedido un paso a paso. Pon un enlace en el escritorio.
  2. instala la aplicación Logitech Air Mouse en el iPhone.
  3. descarga el Logitech Touch Mouse Server para Mac. Es una imagen de disco (fichero DMG). No hace falta ni instalarla: haces doble click, se abre, arrancas el programa servidor y a esperar conexión del iPhone.
  4. necesitamos conectar con el Mac desde el iPhone. Para ello, hay que activar la WiFi en el iPhone (y en el Mac, claro)
  5. arrancamos la App en el iPhone. Una vez que nos aparece el Mac en la lista de servidores nos conectamos. Ya podemos mover el ratón por la pantalla del Mac tocando la pantalla del iPhone. Y hacer click. Y encima, como el iPhone es multitouch, tenemos los gestos de los Trackpads Mac en el iPhone.
  6. Arrancamos la presentación y listo: click izquierdo avanza y click derecho retrocede. ¡Misión cumplida!

Y por si no ha quedado suficientemente claro, aquí os pongo un vídeo que muestra cómo manejar el portátil con el Logitech Air Mouse.  La noticia original la vi en el Blog oficial de Logitech.

j j j

Review de Drobo, hardware y software (Dashboard) en Español

Después de muchas peticiones que me han llegado por diversos medios (Twitter, Youtube, esta web, …) al fin me he puesto y he cocinado, a la carrera, un vídeo en el que muestro cómo es el hardware de mi Drobo 2ª edición (con Firewire 800, sin Ethernet) y cómo funciona el software que lo controla.

Comento un poco cómo lo utilizo, principalmente para hacer copias de seguridad y guardar los datos principales que no puedo perder: mis fotos, los vídeos, el código fuente, etc. Falta por hacer una segunda parte con VMWare «tirando» del Drobo desde mi Macbook Pro.

Espero que os guste y espero vuestras sugerencias, como siempre, en los comentarios.

j j j