Shopping Spree

Una orgía de compras. Quemar la Visa, como dirían los castizos. Así ha empezado Septiembre. Qué me he comprado. De más a menos:

  • Un iMac 27″ Core i7 quad, con 4 GB RAM, 1 TB HD, 512 MB de gráfica, etc. Es un equipo refurbished, de los que vende Apple tras repararlos, o quedárseles obsoletos en los almacenes. Es como comprar un coche kilómetro 0: pagas menos y el coche tiene la misma calidad. Más que nada porque lo he comprado con Apple Care. Durante 3 años, si me da la lata, llamadita y se devuelve.
  • Un disco duro nuevo para mi portátil MacBook Pro, y una caja USB externa para el que sobra. Concretamente un WD Scorpio Black, 7200 rpm y 320 GB de espacio. Va como un tiro. Ha sido cambiar el HD Fujitsu que traía la máquina de fábrica, instalar Snow Leopard, y es como tener un ordenador nuevo. Ahora sí que se nota la velocidad en todo con este equipo. Tanto, que casi me arrepiento de haber pedido el iMac. Casi, pero no lo suficiente…
  • Y un adaptador PCMCIA-Compact Flash y un adaptador de HD IDE 2.5″ a dos compact flash. Ambos para mis Commodore Amiga. Me explico. El Amiga 600 puede intercambiar ficheros con los otros Amiga (y con mis otros ordenadores) a base de disquettes de 3.5″ de baja densidad. Pero es un rollo para trasladar cierta cantidad de información. Es mejor usar el adaptador, meterle una CF de, por ejemplo 2 GB (el infinito si hablamos de un Amiga) y copiar a velocidad de vértigo, sin problemas mecánicos ni discos estropeados. Y el adaptador para dos CF es aún mejor. Con el se puede sustituir el HD de cualquier Amiga (600/1200) por un SSD casero. Le pones dos CF de 2GB por cabeza y listo: un HD enorme, que apenas consume electricidad, rapidísimo y que no hace ruido. ¿Se puede pedir más? Sí, ponerme a jugar al Colonization en el Amiga 🙂

Algunas fotos de los chismes comprados. Pronto, un post sobre el incremento de rendimiento de mi MBP y otro sobre el Core i7.

Adaptador PCMCIA/CF e IDE/PCMCIA

Adaptador para 2 CF

El HD antiguo de mi MBP

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Mis Gadgets estas vacaciones

Después de leer este post en El Blog de Serantes, me he sorprendido por coincidir en la idea y en el tiempo con David. Pero el tuvo la idea antes (como un año antes), luego la paternidad está clara. 🙂
Este verano, antes de salir, me repetí varias veces aquello de «menos es más». Revisé mentalmente todos los cacharros que me suelo llevar y el uso que realmente les acabo dando. Y tomé la decisión de reducir al máximo mi arsenal tecnológico.

Lo que no me llevo

  • mi cámara DSLR Nikon D70. Ya un poco vetusta, pero no deja de ser una excelente cámara. No me la llevo porque luego me da pereza llevarla para un rato, no quiero dejarla sola en la piscina y mucho menos llenarla de arena en la playa. Para fotos casuales, mejor mi iPhone 3Gs y para algo un poco más complicado, nada mejor que la pequeña Sony.
  • mi videocámara. Graba en SD y en cinta MiniDV, pero funciona muy bien. Y no ocupa demasiado espacio. Pero las cintas eran un caos, no tenía claro qué estaba pasado al ordenador y qué no, etc. Encima es un cargador más, otra bolsa… Nada, los vídeos los grabo con mi iPhone 3Gs, que después de mi experiencia en NYC me demostró de lo que es capaz como video cámara. El iPhone 4 debe ser ya la pera.
  • el Netbook Asus 904HD. El año pasado lo usé como reproductor multimedia, fundamentalmente.Con su bolsa para transportar, etc. Este año, he metido en el iPod Touch de los niños un montón de películas, convertidas con VideoMonkey y listo.

Lo que me llevo

  • mi mujer su iPhone 3G y yo mi 3Gs. Imprescindibles como teléfonos, para el correo, e incluso para escribir esta entrada 🙂
  • el iPod Touch 8GB de los niños. Como videoconsola para niños menores de 4 años es perfecta. No necesitan leer ni pulsar complicados botones. Tocan y listo. Aprendizaje instantáneo. Y como media center tampoco está mal, sobre todo si llevas el cable Belkin de conexión iPhone <–> TV. Pinchas el iPod a la tele del hotel y listo.
  • mi cámara de fotos Sony. Me la dieron por los puntos de la gasolina. Aunque tiene 10 megapíxeles, se nota la falta de óptica y la velocidad, sobre todo acostumbrado a la D70. Pero para fotos en la playa es ideal.
  • el iPad. Bueno, mi mujer se lleva su iPad, que es suyo, y del que no se despega para leer libros en formato electrónico. Lectora empedernida como es, le ha visto las ventajas al iPad como lector (y como todo lo demás) inmediatamente.
  • como todos los cacharros de Apple usan el mismo cargador, me llevo un par de ellos y voy rotando. Menos chismes.

Resumiendo, que a las vacaciones va uno a desconectar. Y cargar con dos docenas de aparatos «por si tengo un rato y me aburro» es absurdo. Si te aburres en ese rato, vas y te pegas un baño. O lo disfrutas. Yo hace años que no tengo esa sensación de aburrimiento: siempre tengo miles de cosas por hacer y hay otras miles que me gustaría estar haciendo. Por eso, espero fervientemente esos momentos de no poder hacer otra cosa que mirar al mar y llenarme los ojos de luz y tranquilidad… si me dejan los niños 🙂

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