Acerca de

Un poco de historia…

Me vinieron a nacer en Murcia (España). A los cinco añitos me trajeron a Sevilla y desde entonces he sido un «Sevillano de pro».Difb

Mi infancia y adolescencia en Sevilla han sido maravillosas. Con todos los problemas y traumas de esas edades, y todas las maravillas que se descubren, por desgracia, sólo una vez. Añoro esos años como un viejo, pero es que me encantaría volver a tener 15 años. Eso sí, sabiendo lo que sé ahora, para no hacer el tonto de nuevo

Después de un intento fallido de ser militar (no pude acceder a las pruebas porque me partí una mano bien partida a un mes de las pruebas) me metí en la entonces Facultad de Informática de la Universidad de Sevilla. En el ejército de aquella época no podían entrar mujeres, y en la Facultad parece que tampoco.

¿Habéis visto una reunión de informáticos?. Somos los más feos y zafios, esos que en el instituto la gente tacha de «raros». El que sabe encadenar tres palabras, no es demasiado feo y se sabe poner un traje de chaqueta lo ascienden casi instantáneamente a Consultor. Así parece que se asusta menos a los clientes.

Cuando terminé la Diplomatura en Informática (ahora Ingeniería Técnica), me puse a trabajar, ya que las asignaturas que existían en aquella época en la carrera distaban mucho de interesarme. Empecé de dependiente en una pequeña tiendecita de productos informáticos. Después de dos meses me juré que no volvería a estar en una tienda nunca más. Me moví a Teknoservice, empresa dedicada a la fabricación y montaje de ordenadores, empezando como técnico. Aprendí un montón de cosas sobre hard, me saqué el carnet de conducir (o me echaban) y programé mi primera aplicación en Access (que luego estuvo funcionando como cinco años, no sé cómo).

Como ya me picaba el gusanillo del desarrollo (y además, para eso había estudiado la carrera), me fuí a Isotrol como becario. La verdad es que, de nuevo, aprendí un montón de cosas (C, Visual Basic 3.0, etc.). Pero sentí la llamada de las armas. Bueno, en realidad es que no me quedaban prórrogas para el Servicio Militar. En aquellos años aún era obligatorio y las opciones eran: a) Hacerlo, b) Esperar un año para hacer la prestación social sustitutoria o c) ir a la carcel. Como ni b) ni c) me apasionaban, me fuí a la «mili»

Ahora es el momento en el que puedo contar mis batallitas de la mili. ¿De qué hablarán los chavales de ahora cuando tengan 40 años, si no han ido a la mili?. Bueno, no os aburro. El caso es que en la mili, además de hacerla, conocí a la que ahora es mi esposa (Paqui), en el pueblo de El Saucejo (donde vivo). Menos mal que la hice…

Tras acabar la mili estuve otros meses en Isotrol. Pero el gusanillo empresarial me había picado. Inicialmente un grupo, pero finalmente junto a David Ragel montamos Elelog, una empresa de desarrollo en la que estuve más de dos años. Por diferencias entre las visiones de los socios, vendí mi parte de la empresa a mi socio y estuve un tiempo trabajando como Outsourcing para Telefónica.

Eso fué hasta Julio del año pasado, fecha en la que me vine a vivir a El Saucejo. Ahora me dedico a trabajar como profesional libre (puedes ver el apartado de trabajo para más datos), esperando que se cumpla una de mis dos grandes ilusiones:

– que me toque la lotería, para dedicarme al «dolce far niente»

– que alguien me ofrezca un trabajo con el sueldo de un notario, el coche de un ministro y las obligaciones de un bedel.

Bueno, en su defecto, cualquier trabajo de consultoría y/o formación siempre es bien recibido

Este es un producto hecho en Andalucía (España). Made in Andalusia (Spain). ¡Casi ná!Andalucía y España