Mi máquina de escribir minimalista

Mi iPad con teclado Logitech

O gafapasta, que parece que viene a ser lo mismo. Pero no lo es. El gafapastismo es un término que ha venido a sustituir al snob de toda la vida. Es el listo que adopta una estética determinada y habla de unos temas determinados, casi siempre como dándole asco el mundo. Se es gafa pasta por querer destacar y, como las animadoras de los institutos americanos, por querer ser más popular.

El movimiento minimalista (o la moda, como prefieras) tiene raíces filosóficas mucho más profundas, basadas en el budismo y, muchas veces, en el budismo Zen. Dado que el sufrimiento lo provoca el deseo, la forma más rápida y efectiva de ser feliz es no sufrir, atacando a la causa (no al síntoma). Si somos infelices, podemos comer de más, o sufrir estrés. Podemos ponernos a dieta, o ir a que nos den un masaje, pero es más efectivo entender qué nos está pasando, por qué no estamos a gusto ahora mismo con nuestra vida y darnos cuenta, muchas veces, que sólo es porque deseamos cosas que no tenemos. Y que no nos hacen falta. Ser más alto, más guapo, tener el último coche o teléfono. Tener cosas no va a tapar el vacío que muchas veces sentimos dentro. Lo único que puede taparlo es conocerlo, comprender que se está creando por el deseo de una fantasía que nosotros imaginamos (que seremos más felices con ese nuevo pantalón o ligaremos más con el desodorante). Y entonces eliminar el deseo y ser felices con lo que ya tenemos.

Como comenta Leo Babauta (unos de los Gurús en esto del minimalismo) la clave no está tampoco en no tener nada y dar la espalda al mundo. La clave está en tener aquellas cosas que realmente nos sirven, tienen un propósito en nuestra vida y nos hacen felices. Si quieres leer más sobre este tema, te recomiendo este e-book de Leo Babauta (que encima es gratis)

El caso es que mi iPad 3 ha encontrado su ocupación definitiva. Aunque lo uso para muchas otras cosas, como ver vídeos en su pantalla retina, vídeos de Youtube, o leer cómics, es como máquina de escribir como realmente lo aprecio. Me encanta sentarme ante una pantalla en blanco, con un cursor parpadeante, y empezar a escribir. Apago las notificaciones y sólo estamos la página en blanco y yo.

Bueno, e iA Writer, la App que utilizo para escribir y que adoro. Además de guardar los documentos en local y en Dropbox, de tener una tipografía clara y limpia, de funcionar perfectamente con mi teclado/funda Logitech tiene algo especial: el modo foco. En este modo el texto ocupa toda la pantalla y se resaltan sólo tres líneas, quedando el resto en un gris claro. Esto me permite enfocarme en lo que estoy escribiendo, con cero distracciones.

iAWriter - modo foco

Mucho está teniendo que ver con esta adoración la comodidad de llevar un teclado físico junto con el iPad a todas partes. Gracias a un aviso de Emilcar por Twitter este verano me compré en Macníficos una funda de aluminio Zagg con teclado Logitech, por un precio de risa, 25 Eur. Sí, es un modelo antiguo, y es cierto que ahora los hay más sencillos, más bonitos, que te harán más feliz. Pero volvemos a lo del minimalismo: este teclado es muy bonito y funciona perfectamente. No necesito comprar el último que ha salido por 80 € si puedo tener este por un tercio del precio. Este ya me hace feliz. Antes usaba uno de mis teclados BT Apple para escribir con el iPad. Pero eran dos cosas sueltas en la mochila. Ahora, una vez cerrado, el iPad queda protegido y forma un conjunto muy sólido y compacto con el teclado. Lo que le añade peso, claro (estamos hablando de otra capa de aluminio), pero algo malo había de tener. El teclado es fantástico para escribir, tiene atajos para copiar, cortar y pegar, para despertar el iPad y se empareja instantáneamente. Te puedes mover por el texto con los cursores. Hasta funcionan los atajos de Safari. Además, dispone de unos imanes para que el iPad se suspenda y despierte al separarlo del teclado.

iPad cerrado en su funda

Esta es mi máquina de escribir portable. Cierto es que un iPad más un teclado cuestan mucho más que una máquina de escribir. Cierto es también que pesan y ocupan mucho menos y me sirven para otra infinidad de cosas. Todos los posts del blog se escriben aquí. Y el resto de cosas que voy escribiendo (desde emails largos hasta material para mis cursos) poco a poco van acabando aquí.

Una pantalla en blanco y un cursor parpadeando. Me recuerda a mi AMSTRAD CPC después de hacer un CLS. Hay veces que hace falta poco para ser feliz.

3 comments

    • En mi caso, como no tengo dinero infinito, no puedo escoger: ya tenía el iPad 3 para desarrollo y otros usos, pero como «máquina de escribir» ha sido como le he encontrado su ocupación perfecta. Claro que un MBA de 11″ pesa probablemente menos y hace más cosas, pero no es un iPad y no me serviría para lo que este.

      iAWriter funciona perfectamente con MarkDown. Lo mejor es que puedes crear los documentos directamente en tu Dropbox para continuar editándolos con el Mac. Aunque mi «flujo de trabajo» consiste en: lo marco todo cuando he terminado, copio y pego en la App de WordPress. Luego añado las imágenes en el Mac.

      Un saludo, ¡oh gran iOS Master! 🙂

  1. Yo también utilizo el iaWriter, y no solo en el iPad, sino además en el ordenador para escribir las novelas que voy publicando.
    Poder abstraerte y concentrarte en tu tarea es una de las cosas que se están perdiendo hoy en día con Internet y las redes sociales, siempre interrumpiendo; y como no existen elementos de diseño (entendiendo aquí *diseño* como la ornamentación gráfica y no como el funcionamiento interno de una aplicación) tus ojos no *caen* de las líneas que estas escribiendo, lo que ayuda a uno a mantenerse dentro del contexto de lo que estás produciendo.
    Solo con la máxima concentración y la mejor música de fondo logro imprimir en la pantalla mis mejores líneas.

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