La vuelta

Y como comentaba en la última notica, no he podido aguantar hasta Septiembre. Ya hemos vuelto, aunque aún no estoy trabajando. Para un teletrabajador como yo, que encima soy mi propio jefe el concepto de «volver al trabajo» es un poco distinto que para el resto. En mi caso, no hay oficina a la que volver: seguiré en mi casa. Los ordenadores que usaré son los mismos que estoy usando ahora. La diferencia está en el uso y disfrute de los mismos.

Tendría que hablar un día largo y tendido sobre el uso de los ordenadores. Antes, con los primeros que tuve, mi ordenador era casi como mi novia: era un compañero de juegos, me enseñaba cosas, disfrutaba actualizándolo. Pero poco a poco la afición se convirtió en trabajo y, como decían en una película de cuyo título no me acuerdo «si quieren que ella deje de reír, cásenla, cásenla». Pues casi lo mismo. El mismo PC que me hizo disfrutar se convierte en compañero de trabajo y la magia se pierde.

Esto es lo que he intentado recuperar en este mes: el placer de usar el ordenador. Me he puesto una lista de «tareas» que casi me estresa: jugar al Civilization IV, Heroes of Might & Magic 5, mi Play Station II, importar vídeos antiguos a formato digital, etc. Expectativas demasiado altas y un poco más y me frustro por no poder hacer todo lo que quería. Siempre me faltan horas. Y siempre me faltarán, soy así, qué remedio.

Esta semana me dedicaré a irme activando poco a poco. A partir del 4 de Septiembre comienza de nuevo el baile. Como prometí, tengo muchas cosas que contar, a ver si me cunde el tiempo. ¡Nos vemos!